28 junio 2019
Alguna vez te habrá ocurrido que hayas acudido a revisión al dentista, debido a que sientes ciertas molestias en una pieza dental, y que tras la revisión el diagnóstico haya sido el siguiente: necesitas una endodoncia. Es en este momento en el que pueden surgir las primeras dudas: ¿qué es una endodoncia y por qué debo hacerme una?
Muchos acudimos a Google cuando desconocemos algo, y puede ser que en una primera búsqueda el procedimiento pueda llegar a asustar, ya que de manera popular se conoce como un procedimiento cuyo objetivo es “matar el nervio”. Pero tranquilos, la endodoncia es un tratamiento englobado dentro de la Odontología Conservadora.
Antes de alarmarte queremos que sepas que la endodoncia tiene multitud de beneficios para tu salud bucodental y que, como se realiza con anestesia local, no llegarás a sentir ninguna molestia durante el procedimiento. Hoy queremos resolver algunas de las dudas, probablemente sean muchas si no eres familiar con este procedimiento, para que así puedas ir más tranquilo a tu cita con el endodoncista de IMED Dental.
¿Cuándo necesito una endodoncia?
La endodoncia es también conocida como tratamiento de conductos, se trata de un procedimiento destinado a conservar diente que, sin pasar por este tratamiento, necesitaría ser extraído.
Este tratamiento de conductos se realiza en casos en los que la estructura dentaria haya sufrido daños irreversibles que afectan a la pulpa, también llamado nervio. La pulpa es un tejido blanco, recubierta por la dentina y el esmalte, en el que podemos encontrar los nervios y vasos sanguíneos. Su función es la de recibir estímulos externos.
En el caso de que la pulpa se vea desprotegida, debido al fallo de la labor del esmalte y la dentina, se pueden sufrir daños que pueden suponer la pérdida del diente. Para saber o identificar que se ha producido un deterioro del nervio dental será necesario prestar atención a si se están experimentando los síntomas:
- Molestias a la hora de masticar, tanto en términos de dolor como de sensibilidad dental
- El oscurecimiento del tono de una pieza dental en concreto
- La percepción de mal sabor en la boca causado por la infección
- La existencia de una fístula -o flemón-.
¿Por qué se produce este daño? Puede ser originado por dos motivos:
- Infección dental, causada por una caries dental que no ha sido tratada, que ha llegado a la pulpa dental, o nervio.
- Debido a una fractura, causada por un fuerte traumatismo, que se traduce en una desvitalización del diente.
¿En qué consiste una endodoncia?
La función del tratamiento de conductos es eliminar el paquete vasculonervioso -tejido pulpar o nervio- para que una vez hecho esto, se pueda realizar una limpieza y sellado de los conductos que logrará evitar la afección de un nuevo proceso infeccioso.
Una vez realizado el primer paso comentado, se procede a reconstruir la pieza dental afectada, ya sea con la colocación de una corona, o también con el uso de una reconstrucción o incrustación.
Y te preguntarás ¿por qué debería someterme a una endodoncia? Pues existen tres motivos principales por los que optar por este tratamiento:
- Se trata de un tratamiento menos invasivo que la exodoncia.
- El implante dental para sustituir una pieza pérdida es una solución muy buena, pero no puede competir con la funcionalidad y estética de un diente natural.
- Se evitan problemas causados por la pérdida de una pieza dentaria.
- Es un tratamiento conservador que nos permite devolver al diente, y a la sonrisa, la estética y la funcionalidad.
¿Te han surgido dudas después de este post? ¿Te has visto identificado con algunos de los síntomas? No te preocupes, en IMED Dental puedes acudir a una primera consulta gratuita. Nos puedes encontrar dentro de IMED Hospitales.