2 julio 2019
Llega el verano y con él, mayor número de bacterias en nuestra boca. El calor hace de nuestra boca un lugar perfecto para las bacterias, si a esto sumamos el desajuste de los hábitos de higiene bucodental vemos como se puede llegar a generar gingivitis y caries.
El verano afecta a la salud bucodental
Como bien hemos adelantado anteriormente, el no cumplir con los hábitos de higiene bucodental puede conllevar a severos problemas.
El verano supone pasar más tiempo fuera de casa, comidas que se convierten en cenas, más excesos de los debidos. Todo esto puede ser perjudicial para nuestros dientes. La higiene bucodental debe de realizarse mínimo 2 veces diarias.
En la época de más calor del año nos gusta disfrutar de una cerveza bien fría en alguna terraza, pero lo que no sabemos es que el alto consumo de alcohol puede favorecer a la aparición de caries en nuestra boca. Además la unión de las altas temperaturas y el consumo de bebidas alcohólicas, ayuda a la aparición de halitosis.
En definitiva, el llevar otro ritmo de vida durante el verano puede provocar que suframos de más con nuestra boca, por ello hay que intentar no descuidar los hábitos de higiene de esta.
¿Qué problemas pueden aparecen si no llevo una higiene adecuada?
El cepillado consigue retirar las bacterias que habitan en nuestros dientes y boca. Estas bacterias se adhieren a los dientes produciendo sustancias corrosivas para los dientes, atacando el esmalte y produciendo a la larga las temidas caries dentales y provocando halitosis, sensibilidad dental o incluso dolor.
La caries es una enfermedad multifactorial que se caracteriza por, la destrucción de los tejidos del diente como consecuencia de la desmineralización provocada por los ácidos que genera la placa bacteriana. Los tratamientos para combatirla van desde un simple empaste, hasta una extracción del diente pasando por una endodoncia o una corona.
La halitosis también es conocida como el mal aliento, se define como el conjunto de olores desagradables que se emiten por la boca. Su tratamiento está orientado a disminuir el número de bacterias productoras de ese mal olor.
Por último, la sensibilidad dental es un dolor transitorio provocado por la exposición de la dentina a estímulos externos como cambios de temperatura, tomar bebidas y alimentos ácidos, cepillarse los dientes demasiado fuerte o rechinar los dientes, entre otros. Para este problema, lo mejor es pautar unos hábitos a seguir, corrigiendo esos malos hábitos que han causado la sensibilidad. Además existen fármacos con sales de potasio que ayudan a calmar este dolor.
¿Cómo puedo llevar un control sobre ella?
Es imprescindible beber mucha agua, esta ayudará a limpiar los restos de comida que queden y a fabricar más saliva en la boca para hacer de barrera contra la halitosis. Es aconsejable llevar un pequeño cepillo de dientes, de esta manera si vas a pasar todo el dia fuera no interrumpes tu higiene bucodental. En definitiva puntos a tener en cuenta son:
- No descuidar los hábitos de higiene.
- Aprovechar el descanso laboral y escolar para preparar una cita con tu dentista.
- Beber mucha agua contribuye a equilibrar el pH de la boca y reducir los restos de comida.
- Mantener una dieta rica en frutas y verduras frescas.
- Reducir el consumo de helados y de bebidas azucaradas.
- Lavar la boca minuciosamente después de un día de piscina. El contacto con el cloro de las piscinas favorece acumulación de sarro.
Está claro que cuando nos vamos de vacaciones, solo pensamos en disfrutar. Pero, debemos tener en cuenta que con la salud no se juega, no debemos descuidarla si no queremos arrepentirnos luego. Porque los días de sol y playa no se viven igual con un dolor de muelas.
Por ello, en los Hospitales IMED, contamos con el servicio especializado de IMED Dental. El verano también es una buena época del año para acudir al dentista. Ante cualquier problema de salud bucodental, pide tu cita en IMED Dental.