22 febrero 2018
Nos puede parecer que el estrés y la mandíbula no están relacionados, pero la realidad es que una de las principales “vías de escape” por las que sale el estrés es por la boca, y en especial la mandíbula, lo que puede crear un rechinar de dientes y un hábito involuntario de apretarlos dientes llegando incluso a destrozar los dientes y desplazar la mandíbula.
El máximo exponente de este problema es el bruxismo, que es el hábito inconsciente de apretar o rechinar los dientes que puede provocar dolor y tensión en diferentes partes de la cabeza. Estos hábitos involuntarios pueden ser provocados por la postura, la alimentación y sobre todo por el estrés.
El bruxismo es un problema que puede parecer menos grave de lo que realmente es, pero es un problema importante puesto que puede llegar a causar dolores de espalda y cuello, aparte de lo perjudicial que es para la mandíbula y los dientes.
¿Cómo saber si tengo bruxismo?
El bruxismo puede apreciarse cuando aparecen los siguientes síntomas:
- Sensibilidad dental (calor, frío…)
- Molestias en los oídos que suelen ser constantes
- Estar sometido a una gran presión o estrés.
- Notar cierta presión o tensión muscular en la espalda o el cuello.
En caso de notar una acumulación de tensión o de dolor en la boca y cualquiera de los anteriores síntomas lo más importante es acudir lo antes posible al dentista para que un especialista determine cuál es el problema exacto y nos explique cómo podemos corregirlo.
En IMED Dental contamos un gran equipo de especialistas en odontología y con la tecnología más avanzada, además de contar con la confianza que otorga el estar en un entorno hospitalario, ofreciéndote una valoración médica gratuita y personalizada que te ayudarán a resolver tu caso.
¿Qué podemos hacer contra los dolores?
La principal solución que actualmente se proporciona es la de crear, de forma personalizada, una férula de descarga. Esta férula evita la fricción de los dientes entre sí y por lo tanto la erosión que se puede producir, permitiendo a la mandíbula relajarse. La férula se usa principalmente mientras se duerme, que es cuando la mayoría de pacientes sufren este molesto problema, aunque en algunos casos se debe usar también durante el día.
Por otro lado, queremos darte unos consejos para relajar la tensión muscular y rebajar los dolores de la mandíbula y el cuello:
- Procurar no dormir boca abajo, utilizando almohadas que soporten bien el cuello.
- Intentar no masticar alimentos duros que puedan forzar la mandíbula.
- Procurar mantener una buena posición a la hora de trabajar o estudiar, ya que son largas horas en una misma posición y una mala postura puede hacer que cambiemos la posición del cuello y la mandíbula.
- Los chicles no se recomiendan puesto que pueden fatigar los músculos.
- Evitar morderse las uñas.
- Por último, te aconsejamos realizar unos masajes en las zonas doloridas de la mandíbula, en especial al final del día. Te contamos como:
- Sitúa tus dedos índice y corazón sobre la mandíbula y, con la boca entreabierta, realiza movimientos circulares ambos dedos durante unos 4 minutos.
- Con las yemas de los dedos índice y corazón masajea tus sienes y la parte de delante de las orejas de forma intermitente durante 2 minutos.
- Coloca en el paladar la punta de la lengua, tocando los dientes, para rebajar la tensión de la mandíbula.