23 junio 2020
En términos de cine, el esmalte dental sería aquel que actúa como protagonista, mientras que la dentina hace de actor de reparto. ¿Pero por qué es tan importante su papel en la salud de nuestros dientes?
Situada justo por debajo del esmalte, la dentina se trata de una capa sensible de tejido y túbulos dentinarios que tienen una comunicación constante con el nervio de tus dientes. Si las encías se retraen, ésta quedará expuesta, lo que implica que ciertas cosas que antes pasaban inadvertidas puedan generar alguna molestia. ¿Por qué? Esto es debido a que los túbulos dentinarios permiten que alimentos o bebidas (sopa caliente, helado, refrescos) estimulen directamente el nervio del diente, y ahí aparece el corrientazo desagradable.
¡Queremos que le prestes atención! Una de las claves es cuidar tu esmalte dental con un cepillado suave, pero queremos aprovechar para explicarte un poco más
Características de la dentina
La dentina, cuando se encuentra en condiciones normales, nunca estará en contacto con el exterior. Aunque se pueden dar casos en que ocurra, por ejemplo, en casos de anomalía en el esmalte o el límite amelodentinario.
Suele ser de un color blanco amarillento, pero puede variar dependiendo de la edad y de un individuo a otro. Estos son algunos de los factores:
- El grado de mineralización
- La vitalidad pulpar, ya que los dientes desvitalizados presentan un color grisáceo.
- La edad, esta se vuelve más amarillenta.
- Los pigmentos que pueden ser origen endógeno y exógeno.
La dentina es menos traslúcida que el esmalte, esto es porque tiene un menor grado de mineralización, pero en las regiones apicales (en esta zona el espesor es mínimo), se puede incluso apreciar el conducto radicular.
La dureza de esta parte esencial de los dientes esta determinada, también, por su grado de mineralización, ésta es menor que la del esmalte y ligeramente mayor que la del hueso y el cemento.
Una característica importante de mencionar es su elasticidad, debido a su importancia funcional, ya que ésta le permite compensar la rigidez del esmalte y así amortiguar los impactos masticatorios.
Tipos de dentina
La dentina dental está compuesta por tres tipos/ partes:
- Dentina primaria: Se forma primero, representa la mayor parte de ésta y delimita la cámara pulpar de los dientes ya formados.
- Dentina secundaria: Esta dentina se deposita más lentamente que la primaria, pero su producción continúa durante toda la vida del diente. También se ha denominado dentina adventicia, regular o fisiológica.
- Dentina Terciaria: o dentina reparativa, reaccional, irregular o patológica, es la que se forma de manera interna, deformando la cámara, pero en los sitios donde existe un estímulo localizado. Esto significa que esta dentina es producida por odontoblastos, implicados con los estímulos nocivos tales como: caries o los procedimientos operatorios, de manera que sea posible aislar la pulpa de la zona afectada.
¿Qué ocurre si la dentina está expuesta?
Muchas son las personas que sufren de sensibilidad dental, lo que provoca que eviten acciones diarias como ingerir alimentos o bebidas calientes o fríos, así como también cepillar sus dientes. Se tratan de simples actividades cotidianas que hacen que los que sufren de sensibilidad dental vivan en constante temor al dolor agudo.
La sensibilidad ocurre cuando la dentina, un tejido poroso del diente, queda expuesta. Tal y como explicamos al principio de esta publicación, los canales microscópicos presentes en la dentina conducen al nervio. Si estos canales, conocidos como túbulos, quedan expuestos (ya sea por la retracción del tejido gingival o la pérdida de esmalte), los nervios se activan con más facilidad por determinados estímulos, y así se genera la sensibilidad dental.
¿Cómo evitar que quede expuesta?
Antes de nada, siempre es importante consultar con un odontólogo para que realice una evaluación adecuada y determine el tratamiento a seguir. Pero si quieres evitar que se produzca esta retracción, y la consiguiente sensibilidad dental, es recomendable seguir estos consejos:
- Usar cepillo con cerdas suaves para que no ocurra el retraimiento de las encías.
- Cepillarse con pasta dentífrica para dientes sensibles, que limpia los dientes eliminando la placa mientras proporciona alivio a la sensibilidad
- Cepillarse los dientes y usar el hilo dental como mínimo dos veces al día.
- Asegúrese de limpiar todas las partes de la boca, incluso el espacio entre los dientes y a lo largo de la línea de las encías.
- Evite consumir alimentos y bebidas ácidas.