La cirugía maxilofacial es una de las grandes desconocidas dentro de las especialidades médicas, pero su impacto en la salud y calidad de vida de los pacientes es destacable. El Dr. Diego Cebreros de IMED Dental explica en una entrevista en Levante EMV todos los detalles sobre su especialidad y sobre la implantología avanzada, abordando desde la cirugía ortognática hasta los implantes cigomáticos y subperiósticos.
“La cirugía maxilofacial no es solo cirugía de la boca, sino que también abarca trauma facial, tumores de cabeza y cuello, así como cirugía reconstructiva de cabeza y cuello“, explica el Dr. Diego Cebreros. Los cirujanos maxilofaciales provienen de la carrera de Medicina y realizan una residencia de cinco años para esta especialidad, lo que les permite abordar patologías más complejas que involucran el esqueleto facial. “Nuestra especialidad es una gran desconocida”, reconoce.
Cirugía ortognática: cuando la mordida afecta la salud
Uno de los procedimientos más comunes en esta especialidad es la cirugía ortognática, que corrige desalineaciones en el maxilar y la mandíbula. “Cuando la mordida no es correcta, puede generar problemas en la articulación, dificultades para masticar e incluso apnea del sueño. Cuando la mandíbula está muy retraída, puede provocar este tipo de problemas”, explica el doctor.
El proceso comienza con un estudio del ortodoncista que determina si la maloclusión es de origen esquelético. En caso afirmativo, “nos tienen que derivar a nosotros para que demos la opción quirúrgica que es un tratamiento combinado entre la ortodoncia y la cirugía para volver a posicionar ese maxilar y esa mandíbula”, comenta el Dr. Cebreros. Además de mejorar la mordida, este procedimiento puede transformar el perfil facial y mejorar la respiración, reduciendo problemas de apnea.
¿En qué consiste la cirugía?
Tal como explica el doctor, se trata de una cirugía que se hace con anestesia general. El paciente llega por la mañana, se queda ingresado durante todo el día y habitualmente el día de después se puede volver a casa. “Básicamente lo que hacemos son ‘cortecitos’ en la mandíbula y en el maxilar para reposicionarlos. Si yo corto el hueso lo puedo reposicionar y lo fijo con unas plaquitas de titanio”, explica.
Además de ser una intervención funcional, también puede ser estética, pero no es el objetivo. “Se puede hacer una mentoplastia que es cambiar la posición del mentón. Agrandar o achicar el mentón. En el caso de la cirugía ortognática tiene un componente estético, pero no es el motivo principal”, comenta.
En total, la recuperación habitual está entre las dos y las cuatro semanas. “Normalmente a las dos semanas ya permitimos que hagan cositas y que abran la boca porque estamos haciendo una cirugía sobre hueso y lo dejamos inmovilizado”, explica Diego.
Y añade: “Se hace con unas gomitas. Al principio está inflamado y luego va disminuyendo. Los pacientes siempre preguntan si el posoperatorio es muy doloroso cuando les explicamos la fractura del hueso. Pero no duele, lleva su tratamiento analgésico y se controla bien. Asusta mucho, pero es llevadero”.

Implantología avanzada: solución para la pérdida dental severa
En el ámbito de la implantología, el especialista de IMED Dental también aborda casos en los que la pérdida ósea dificulta la colocación de implantes convencionales. “Cuando no hay suficiente hueso, recurrimos a implantes cigomáticos o subperiósticos”, explica el Dr. Cebreros.
Los implantes cigomáticos se fijan en el hueso del pómulo, mientras que los subperiósticos consisten en una malla de titanio personalizada que se adapta a la estructura ósea del paciente, “lo más avanzado dentro de la implantología dental”, destaca el doctor.
Los implantes subperiósticos se aplican en situaciones donde el paciente no tiene nada de hueso. “Es un implante que lleva mucho tiempo, pero ahora hemos pulido muchísimo el proceso, porque cogemos el TAC del paciente, y se genera una malla en titanio que es amoldada perfectamente a su hueso. Y como está amoldada perfectamente a su hueso, eso permite colocarle en esa malla soportes para poder colocar un set de dientes completos”, apunta el Dr. Cebreros.
Diferencias con la implantología dental tradicional
La implantología básica es reemplazar un diente que nos falta por un implante dental. “El implante dental, para que lo sepan todos los pacientes, tiene dos partes. Uno, que es el tornillo que va al hueso, y la corona protésica, que es lo que se atornilla a ese implante.”, precisa el doctor. Y sigue: “En la implantología básica, lo que hacemos es poner un implante, esperar a que eso se consolide y después colocamos la corona”.
Se pasa a la implantología avanzada, indica el especialista, cuando “no tenemos suficiente hueso para poner los implantes”. “Cuando queremos hacer cargas inmediatas. Es decir, quitamos todos los dientes, colocamos una serie de implantes y ponemos una prótesis provisional. La carga inmediata son dientes provisionales. porque es material provisional, pero es que aparte necesitamos que todos esos implantes que hemos puesto consoliden, que se queden duros y fijos”, detalla.

Los procedimientos de cirugía maxilofacial e implantología avanzada en IMED Dental cuentan con el respaldo de la infraestructura hospitalaria de IMED Hospitales. Gracias a quirófanos equipados con la última tecnología y un equipo multidisciplinar de especialistas, cada paciente recibe una atención integral y segura.