11 enero 2018

La ortodoncia es una especialidad de la odontología que se encarga de la alineación y corrección de los dientes y huesos posicionados incorrectamente.

Muchas personas creen que la ortodoncia es casi una moda estética que trata de alinear unos dientes porque están torcidos y se ven feos. En realidad, la ortodoncia va mucho más allá y persigue corregir problemas en la mordida, la mandíbula o la cara.

La ortodoncia se basa en aprovechar la regeneración continua del hueso y de los tejidos en nuestro organismo para mediante la aplicación de fuerza, controlada y prolongada en el tiempo, lograr el desplazamiento de los dientes hacia una posición más estética y más funcional.

A rasgos generales, son susceptibles de necesitar ortodoncia todas aquellas personas que presenten maloclusión de los dientes, puesto que esta anomalía puede impedir una masticación adecuada, una incorrecta limpieza o, incluso, generar inseguridad al paciente.

La maloclusión puede darse tanto en niños como en adultos, especialmente cuando no han sido tratados durante la infancia o por problemas desarrollados a lo largo de los años debido a un accidente o pérdida de una pieza por infección.

Entre las alteraciones que requieren ortodoncia están:

  • Malposición dentaria
  • Incisivos con mal ángulo
  • Pérdida prematura de dientes de leche
  • Sobremordida
  • Dientes rotados
  • Espacio excesivo entre los dientes
  • Apnea del sueño y respiración por la boca. Hay ocasiones en las que estos trastornos son fruto de una alteración de la oclusión cuando el desarrollo de la mandíbula inferior no ha sido el normal. El uso de la ortodoncia podría ayudar en este trastorno.

¿Todas las ortodoncias son iguales?

Gracias a los últimos avances en odontología, los odontólogos tienen a su disposición cada vez más posibilidades a la hora de seleccionar el tipo de ortodoncia que mejor se adapta a su paciente.

Entre ellas, una de las más demandadas es la ortodoncia invisible, caracterizada por la utilización de alineadores invisibles removibles que apenas se notan. Durante el tratamiento con este tipo de ortodoncia, los alineadores transparentes se van cambiando en cada visita, son fabricados especialmente para cada paciente y se consigue ir empujando los dientes de forma progresiva hacia la posición correcta.

Además de ser invisible, otra ventaja es que al ser una férula puede sacarse en momentos puntuales, proporcionando una gran comodidad al paciente.

Si estás interesado en este tipo de ortodoncia invisible o crees necesitar ortodoncia para mejorar la salud y belleza de tu boca, no dudes en ponerte en contacto con nosotros en cualquiera de nuestras clínicas integradas en el en entorno hospitalario de IMED Hospitales, para su mayor confianza y seguridad.