6 noviembre 2019

Según la SEDO (Sociedad Española de Ortodoncia) es aconsejable realizar una primera visita en torno a los seis o siete años, ya que se trata del momento en el que aparecen los primeros molares y los incisivos ya han salido. Con esta revisión será posible saber si el desarrollo es correcto o bien detectar de forma precoz posibles alteraciones de maloclusión y/o malposición.

Aunque, a los cuatro años es posible localizar problemas de maloclusión producidas por cuestiones genéticas o malos hábitos durante la primera infancia, como el uso excesivo del chupete, la succión del dedo o la respiración por la boca.

Generalmente podríamos empezar a partir de los 6 años, pero como todo, siempre hay excepciones y tenemos que valorar cada caso de manera específica y concreta. En los primeros años solemos hacer tratamientos ortopédicos, es decir, tratamientos enfocados en el desarrollo y crecimiento óseo.