27 febrero 2020

El miedo a que el dentista tenga que extraer una o varias piezas dentales hace que mucha gente ni opte por visitar la clínica dental. Y en cierto modo es algo que podemos entender, ya que cualquier extracción supone una intervención quirúrgica que requiere un periodo de postoperatorio.

La alveolitis dental, u osteítis alveolar, es una complicación dental post extracción que se produce con poca frecuencia (entre un 3-4% de los casos) tras la extracción de una pieza dental y más habitualmente cuando se trata de la muela del juicio o la extracción de una muela infectada.

¿La buena noticia? Que, pese a que la alveolitis se trate de una condición dolorosa, no es grave y el dolor desaparece en unos días.

¿Qué causa la alveolitis dental?

Una vez extraída la pieza dental se forma un coágulo de sangre en el hueco, que deja el diente (alveolo) sellándolo, el cual permite que la herida se cure y cicatrice con completa normalidad.

El problema se da cuando este coágulo se cae o se rompe, ya que deja expuestos los nervios y el hueso del alveolo a la acción de la flora bacteriana de la cavidad oral y otros agentes patógenos que acceden al organismo por la boca. Esto produce una enorme sensación de dolor ocasionado principalmente por la inflamación que desarrolla.

El mayor riesgo de padecer esta complicación se sitúa durante los primeros cinco días posteriores a la extracción, existiendo factores de riesgo concretos, como son el hábito de fumar, el consumo de corticoesteroides y el uso de anticonceptivos orales, por los estrógenos que contienen.

Síntomas de la alveolitis seca

La primera señal que nos puede hacer sospechar que se ha caído el coagulo de la muela, u otra pieza dental, y desarrollado la alveolitis, es si aparece un dolor intenso tras las primeras 48-72 horas después de la extracción dental.

Los siguientes síntomas sirven para identificar el desarrollo de la alveolitis, además de apreciarse el hueco claramente vacío dejado por el diente (en algunos casos es posible ver el hueso):

• Dolor agudo en la zona donde se ha realizado la extracción y que irradia a todo el lateral de la cara.
• Fiebre.
• Inflamación de los ganglios situados bajo la mandíbula y el cuello.
Mal sabor de boca y halitosis.

Tratamiento para alveolitis dental

Lo primero que tienes que tener en cuenta cuando se lleva a cabo una extracción dental es el tratamiento preventivo realizado por odontólogo para promover la formación del coágulo y evitar que se caiga, para proteger el alveolo de una posible infección (alveolitis).

El método preventivo consiste en limpiar el alveolo de restos, realizar el lavado del mismo y colocar una gasa impregnada (antibiótico tópico o con un analgésico). El odontólogo puede prescribir con este fin un antibiótico por vía oral.

Para evitar la alveolitis, es importante la limpieza de la cavidad oral mediante enjuagues con colutorios que contengan clorhexidina (recuerda que durante las primeras 24 horas post extracción no debes enjuagarte la boca). También será importante seguir las recomendaciones del odontólogo en relación a la alimentación e ingestión de líquidos.

Si has aplicado todas las medidas preventivas mencionadas, y aun así se produce la alveolitis, el tratamiento inicial para la alveolitis dental consistirá en el uso de anti-inflamatorios para reducir la inflamación y el dolor y de antibióticos orales para combatir una posible infección. Por normal general la alveolitis seca suele desaparecer al cabo de unos 10 días aproximadamente. De no ser así recomendamos volver a acudir al odontólogo para valoración y diagnóstico.