18 diciembre 2017
Recientes estudios han revelado que tener una boca sana durante el embarazo puede ayudar a reducir el riesgo de sufrir de parto prematuro y de presentar complicaciones futuras en el bebé.
Con el fin de minimizar posibles riesgos, la madre debería tener en cuenta algunos consejos como los que nuestros expertos, odontólogos de IMED Dental, detallan a continuación:
- Visitar al odontólogo, al menos una vez entre el 3er mes y el 6º mes de embarazo, idealmente.
Los mayores cambios fisiológicos y hormonales ocurren durante el embarazo. Éste cambia el cuerpo de la mujer en muchas formas, entre ellas también en la cavidad bucal.
El odontólogo le hará un diagnóstico de su estado oral y le dará algunos consejos para minimizar riesgos de enfermedades orales tanto en la madre como en el bebé.
Es imprescindible que informes al odontólogo de tu estado a la hora de coger la cita. Es mejor programar tu consulta odontológica entre el tercer y sexto mes porque los tres primeros meses del embarazo son de extrema importancia para el desarrollo del bebé y lo mejor será evitar cualquier incidencia. A partir del sexto mes puede que te sientas más pesada siendo más incómodo ir a la consulta del dentista. - Mantener una higiene oral minuciosa: cepillarse después de cada comida, uso de enjuagues de flúor e hilo dental, etc…
- Prevenir la formación de caries y la gingivitis deben ser prioridad. Para ello, además de acometer una correcta limpieza, lo mejor será mantener una dieta equilibrada, alejada de dulces y otros azúcares y rica en frutas y verduras.
Muchas mujeres embarazadas experimentan gingivitis. Encías enrojecidas, inflamadas y con cierta facilidad al sangrado son los síntomas más habituales de esta enfermedad oral. Ocurre con mayor frecuencia durante el embarazo porque los niveles hormonales aumentan provocando que reaccionen de forma exagerada las encías frente a la placa bacteriana, el principal causante de la gingivitis. - Mantener a raya la erosión del esmalte causado por el ácido de las náuseas matinales que algunas mujeres padecen en este estado. Lo mejor es enjuagarse con agua o con enjuagues específicos recomendados previamente por su médico.
- Por último, beber mucha agua y mantenerse siempre hidratada. De esta manera evitaremos tener la boca seca y con ello limitar el riesgo de la proliferación de caries e infecciones.